jueves, 13 de noviembre de 2008

Nivel de consciencia de nuestro árbol genealógico
Una de las preguntas que debemos realizarnos, gira alrededor del nivel de “consciencia” que había en nuestro árbol en el momento de nuestro nacimiento. Para ello sería conveniente que repasáramos el concepto y los niveles de consciencia de la mano del maestro Alejandro Jodorowsky.
Según sus propias palabras, consciencia es un estado de unión con la vida universal. Es una expansión continua, igual que el Universo. Lao Tse dice, “Hay que ser como el agua que toma la forma del vaso que la contiene”.Añade que las enfermedades son cristalizaciones de niveles de consciencia que no cambian. “Las enfermedades genéticas son “abrigos” que te han puesto y que vienen del árbol”
El desarrollo de la consciencia, según Jodorowsky, está graduado en niveles, de más a menos límites, hasta procurarnos la suprema liberación que es la que nos une de manera total con el Universo. Partimos de que es posible liberar a la consciencia de sus límites, paso a paso tal como se alcanzan los niveles de pericia en el Kárate, pasar simbólicamente del cinturón blanco, al negro.
Los tipos de consciencia los podemos clasificar según una escala evolutiva, empezando por el punto más bajo:

CONSCIENCIA ANIMAL
(Caracterizada por los problemas con el territorio)Solo se preocupa de cubrir las necesidades más primarias. Transforman la realidad en una jungla de agresividad. Es lo que ocurre en el mundo animal donde solo se desarrollan los egos más bajos. La motivación se centra en la satisfacción de las necesidades básicas. Se han desarrollado los egos material y sexual, el emocional e intelectual están inmaduros. El motor de la acción es la supervivencia y sus respuestas giran en torno a la comida, el sueño y el sexo. Un asesino a sueldo es un ejemplo claro de consciencia animal.

CONSCIENCIA INFANTIL
(Cuando la persona permanece infantilizada)Es la propia de la infancia donde la prioridad es el entretenimiento. Jugar, coleccionar, ver películas. Es la consciencia de los “parques temáticos” y de las películas americanas. No se pretende llegar a ningún sitio, no hay ideal o búsqueda, sólo se plantea entretener.La sociedad americana está en este nivel, es la cultura del ocio y entretenimiento, no saben defenderse a pesar de la maquinaria bélica de la que disponen.Nuestra sociedad trata de mantenernos en este nivel, donde somos consumidores compulsivos. Un niño tampoco puede montar ninguna “revolución”, el poder puede manejarnos con total tranquilidad…

CONSCIENCIA ROMÁNTICA
(En este nivel se está permanentemente pidiendo…sin dar)El mundo de las telenovelas y de las noticias del corazón. Hay una visión cursi de la vida que conduce al perfeccionismo. Podemos observar a este personaje típico en muchas de las series de televisión actuales.Consiste en valorar por encima de todo el hecho de: “realizarse es encontrarse con su pareja” Continuamente se está a la búsqueda de la mujer o del hombre ideal. No se es consciente de que la pareja es una crisis continua.

CONSCIENCIA ADULTA NEGATIVA
(El adulto es el sujeto que invierte. Ahora bien, puede ser un adulto explotador, cuyo afán sea poseer y explotar)Es el político, industrial o traficante de drogas que hace mucho dinero aprovechándose de los niños y de los románticos. (Los que se encuentran en un nivel inferior de consciencia) Usan su poder en beneficio propio sin valorar el daño que está provocando a la sociedad en la que vive. No le importa plagiar, si eso le va a aportar beneficios. Responsables de crear industrias “tóxicas” que generan muchos beneficios pero contaminando y lastrando a la sociedad. De ser explotador, el egoísmo le puede llevar a ser abusador y vivir en un aislamiento mental con nivel cero de empatía.

CONSCIENCIA ADULTA POSITIVA
(El adulto generoso, que por el contrario no se queda nada para él, sino que se lo da a los demás. El adulto generoso también sabe recibir y aprende lo que es el servicio). Es el que da un servicio a su comunidad, aunque gane mucho dinero con eso. Puede ser un gran médico o cirujano. Tal vez un empresario que además de ganar dinero beneficia de alguna manera a la sociedad que le rodea. Muchas veces la consciencia adulta lo es a escala local. Actualmente saltan a la prensa constantemente acciones solidarias de conocidos empresarios y artistas que son claros ejemplos de este nivel de consciencia.

CONSCIENCIA PLANETARIA
(El nivel al que todos los habitantes del planeta deberíamos de aspirar) Cuando el servicio que se ofrece trasciende las barreras locales y se expande a nivel planetario. Es el nivel al que debemos aspirar ya que todos nos movemos por el Universo a bordo de esta nave espacial que se llama la Tierra. Pero el error del ser con consciencia planetaria es quedarse estancado en el aquí y ahora, y así, no llegar al destino de cada ser: el de fusión total con el Universo

CONSCIENCIA CÓSMICA
(En este nivel ya se ha descubierto que todo está unido. El secreto de la conciencia es la “re-unión: volver a unir lo que estaba separado)
Estamos en un sistema planetario girando alrededor de una estrella que es el Sol. Formamos parte de una galaxia que a su vez pertenece al universo. Es una escala muy grande, que nos supera y convierte en una pequeña gota de agua en un inmenso océano. Sabe relativizar los problemas cotidianos, porque se inclina ante las leyes del cosmos. Acepta la muerte, se desprende de toda posesión y se entrega a la vacuidad.

CONSCIENCIA DIVINA
(Nivel de conciencia unida al nombre inefable que está dentro de cada uno)Es la que alcanzaron: Buda, Cristo y Mahoma. Un nivel que cae fuera de nuestro alcance, somos seres humanos, la divinidad queda en otro plano de momento. Sin embargo, todos llevamos dentro esa llama divina, nuestro Dios interior, simbolizada en la antorcha del Arcano XV del Tarot. Todos nuestros yoes se pliegan ante este diamante central, que no podemos conocer, pero sí sentir.
Nuestra mirada del mundo esta filtrada por el nivel de consciencia que tengamos y ésta, a su vez, está directamente relacionada con el nivel de consciencia de nuestro árbol genealógico. Sin embargo, todos podemos ir avanzando. El edificio de la consciencia lo vamos construyendo a lo largo de nuestra vida desde abajo hacia arriba, todos los niveles son importantes, todos hay que vivirlos. Incluso cuando hayamos alcanzado pisos elevados, el ático, el mirador…
Otra pregunta: ¿Qué es falta de consciencia?
Cuando algo que te ha sucedido y no recuerdas te está marcando. El trato que te dieron tus padres: las neuras, obsesiones, maltratos…se transmiten por el árbol genealógico. ¡Tú haces lo que te han hecho! Es como una maldición, pero se puede cortar. Jodorowsky llama a esto “psicogenealogía”Si nos hacemos conscientes de nuestros traumas genealógicos, los desactivamos. De ese modo curamos nuestro árbol genealógico, dejamos de transmitir por él esos errores.
Según Jodorowsky, el último don que tú das es tu conciencia. Cuando lleguemos a la muerte, lo mejor que podemos ofrecer es una perfecta y luminosa conciencia, una conciencia clara que hay que saber crear, porque si no, como decía Gurdjieff, mueres como un perro, sin ofrendar la conciencia ni construir un alma. Y el proceso lo describe así: “Cuando empiezas poco a poco a desprenderte de tu identidad, a ser un humano genérico, dejas de verte en una edad determinada. Luego dejas de identificarte con el tiempo en general. Después ya no te reconoces originario de una patria o hablante de una lengua determinada. No te ves en tu nombre, no te confundes con las cosas que posees, vas cesando en la identificación. Te agarras a lo que eres. A la alegría de la vida. Eres cada vez más feliz y no necesitas el traje rígido del carácter o de la personalidad. Te haces fluido, como el agua.”
Para averiguar quienes somos debemos expandir nuestra consciencia. Y ahí llega el arte. “El arte nos abre a otros mundos, a otras miradas, nos “muta” la consciencia. Por eso el arte es terapéutico: ¡la enfermedad por antonomasia es la falta de consciencia, y el arte puede
curarla!



LA DIABETES


prendiendo a dar, a aceptar y a regalar amor sin esperar nada a cambio


Aunque uno se vuelve bastante dulce cuando la sufre, por desgracia no es una enfermedad divertida. La causa es la falta de insulina, una hormona generada en el páncreas que regula la incorporación del azúcar a las células y que proporciona energía. Ante la falta de insulina la sangre se llena de azúcar. Este exceso de azúcar en la sangre daña numerosos órganos y provoca enfermedades vasculares como: necrosis en los pies, ceguera, infartos y ataques de apoplejía entre otras cosas. Es conveniente recordar que antes de que existiera la insulina artificial, los enfermos morían de diabetes, por suerte la ciencia descubrió el modo de obtener insulina a partir de las glándulas vacunas y porcinas.
La diabetes es una enfermedad crónica y que adopta diferentes formas aunque todas tienen ese punto en común que es la alteración de la utilización de los carbohidratos que se traduce en una elevación de los niveles de azúcar en sangre, lo que habitualmente en la clínica se conoce como hiperglucemia. Esta alteración es debida a un déficit total o parcial de una hormona producida por el
páncreas, imprescindible para la vida, que se llama insulina.
“La enfermedad del azúcar” adopta diferentes formas, pero las dos fundamentales son la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2:
->La Diabetes tipo 1 suele aparecer en gente joven, normalmente por debajo de los 35 años. Tiene, por lo general, una aparición brusca con una sintomatología variada en la que destaca la intensa sensación de sed, el aumento del volumen de orina y el acusado apetito a pesar de lo cual el paciente pierde peso. Se considera una enfermedad del
sistema inmunitario, en el curso del cual las células del páncreas productoras de insulina son atacadas y destruidas por otras células de nuestro propio organismo. ->La Diabetes tipo 2, también conocida como diabetes del adulto por su presentación en personas de edad mas avanzada, suele tener un comienzo mucho menos evidente, por lo que no es raro que se diagnostique a estos pacientes varios años después del comienzo de la enfermedad, por ejemplo, el paciente tiene un infarto de miocardio y en los análisis se detecta un franca hiperglucemia. No tiene su origen como la anterior en un trastorno inmunológico, aunque podrían participar en el origen diferentes causas que van a contribuir a la aparición de hiperglucemia. Podemos encontrar otros tipos de diabetes, menos frecuentes: la diabetes Mellitus Gestacional que es aquella diabetes diagnosticada durante el embarazo y que puede desaparecer después del parto; la diabetes tipo MODY (diabetes del adulto que debuta en personas jóvenes) que se caracterizan por una necesidad baja de insulina y un historia familiar de diabetes; la diabetes tipo LADA (diabetes autoinmune latente del adulto) que es una diabetes tipo 1 de comienzo en la edad adulta. Todas ellas tienen en común los problemas con la insulina que están conectados a la recepción y la entrega de amor. Las células fracasan o no se abren cuando llega el amor: *Desengaños amorosos.*Miedo al amor.*Incapacidad de aceptar el amor del otro.*Incapacidad para la entrega en el amor.*Deseo inconfesado de satisfacción amorosa.*No haber aprendido a dar amor.*No tener confianza para entrar en el reino del amor. Los diabéticos, por lo general, son incapaces de aceptar el amor y el placer porque no se creen merecedores de ellos. No se sienten valorados ni apreciados, cuando actúan lo hacen esperando algo a cambio; dar esperando recibir. Suelen tener una gran necesidad de saberlo y controlarlo todo, les cuesta mucho entregarse, no puede recibir amor porque nadie les enseñó a dar.
Además de los daños físicos que causa la diabetes, el enfermo se verá obligado a modificar sus hábitos cotidianos, se hará dependiente de sus dosis de insulina y deberá comer más a menudo y modificar su dieta, menos hidratos de carbono, dulces al mínimo, menos grasa y más fibra. Al diabético le cae encima el peso de la cronicidad de su enfermedad, más que a cada paso, sus hábitos de vida le recuerdan que “es un enfermo” y te privamos del dulzor de la vida. La medicina holística en muchas de sus formas afronta la diabetes como una enfermedad tratable, pero también en algunos casos curable. Para empezar, sería saludable que el diabético focalice atención en otros aspectos sanos de su vida y de su propia persona. Cambiar “soy diabético”, por “soy lo que soy… ¡Ah! y entre una infinitud de cosas que podrían definir, ahora mismo tengo diabetes”. Se suele decir que el diabético necesita trabajar sobre el recuerdo emocional que provocó su profunda tristeza y de ese modo poder acceder al momento presente. Sólo después de curar el pasado es posible avanzar hacia el futuro. Deben permitir que las cosas sucedan lo que equivale a desarrollar la confianza en el universo. Además de los consejos que el doctor nos dará al respecto y toda la información que encontraremos en la red sobre que hacer con la nutrición en caso de diabetes, el diabético podría hacer de su enfermedad un valioso tesoro que su cuerpo le ofrece para aprender lecciones sobre dar y recibir amor, sin miedo, sin dependencia y con total libertad.

EL VÉRTIGO




Es una afección de una parte del oído interno que es el indicador del equilibrio.
Se tiene la impresión de perder la vertical, como si hubiéramos perdido el control y estuviéramos sobre un suelo que se mueve. En vez de dar vueltas a las cosas para que algo se mueva en la vida, las cosas parecen girar de forma incontrolada a nuestro alrededor.
Es posible que la afección aparezca tras realizar algunos cambios que no parecen equilibrados a nuestros ojos o a los de los que nos rodean. El juicio de las otras personas nos causa problemas, aunque no queramos aceptarlo.
En ocasiones, el vértigo aparece tras un cambio muy rápido de postura. A veces, nos exigimos, obedeciendo a la programación de nuestro árbol genealógico, la perfección, la premura, la descarga de impulsos inmediata. El cuerpo nos envía un mensaje sanador: enlentece tus pasos, tómate tiempo para decidir y para llegar a tus metas.
Hay cierta angustia a la hora de tomar decisiones que nos dirijan hacia lo nuevo, un miedo a no haber encontrado el camino adecuado.
Cuando el vértigo culmina con un desmayo y caemos al suelo, nos llega la lección de “al fin caíste en tierra firme”, pues parece que se vivía ingenuamente en alguna fantasía.
Esta enfermedad es un mensaje para que escuchemos nuestras verdaderas necesidades y cambiemos el concepto de lo que es una persona equilibrada. Deberíamos encontrar el giro adecuado en nuestra vida, dejarnos llevar por la intuición y no pretender controlarlo todo.
Podríamos considerar también al vértigo se como un ataque al narcisismo. El sujeto, siente debilidad, inseguridad y malestar, acaba de percibir que no es él el que controla al entorno que antes creía su espejo, sino que éste gravita obedeciendo a sus propias leyes.
A un nivel astrológico se considera una afección neptuniana, donde tenemos miedo de ser tragados por algo que es mucho mayor, algo que no tiene límites…

martes, 4 de noviembre de 2008


La Psicogenealogía, una entrevista a Albert Sanchez Arenales


Albert S. Arenales es terapeuta especializado en Psicogenealogía y Psico-Tarot. Se formo en el Institut Gestalt de Barcelona en distintas áreas: psicoterapia Gestalt, Constelaciones Familiares de Bert Hellinger y PNL. Su trayectoria en el terreno creativo le llevó a colaborar con C. Jodorowsky durante más de siete años en talleres de creatividad, psicochamanismo y psicomagia tanto en Europa como en América Latina. Investigador en el campo de la simbología y el mito. Inspirándose en distintas disciplinas, acerca terapia y arte creando una vía para el desarrollo y la evolución del ser humano. Actualmente conduce talleres y es consultor personal.



Albert, tu trabajo con el árbol genealógico en qué consiste?¿Qué es la Psicogenealogía?


La Psicogenealogía es para mí una arte terapéutica que al mirar con respeto nuestro árbol genealógico nos desvela el hilo de Ariadna que nos une íntimamente a nuestra familia y nos conduce a la médula de nuestros conflictos para poder reconocerlos y resolverlos.


¿De qué manera nuestra familia influye en nuestros conflictos?


Desde que nacemos pertenecemos a una familia que tiene una historia, unas creencias, una forma de amar y de relacionarse únicas a veces tan complejas y enredadas como un laberinto. Todo esto nos impregna y nuestros padres proyectan y crean en nosotros sin ser conscientes unas expectativas a las que nos vamos a adaptar simplemente para ser amados, para pertenecer a la familia al igual que nuestros padres hicieron con los suyos. De este modo muchas veces para seguir siendo amados renunciamos a aquello que nos acerca a la realización y es cuando entramos en conflicto entre lo que realmente queremos y lo que se espera de nosotros.


¿Y qué se espera de nosotros ?


En realidad que seamos felices.Lo que sucede es que normalmente venimos de una familia que no ha conocido la felicidad en su totalidad, no se han visto realizada en todos sus aspectos, entonces renunciamos nosotros también a ella o acabamos realizando deseos que no son nuestros.


¿Cómo va a afectar esto en nuestras vidas ?


Muy a menudo nuestros conflictos son el reflejo de la falta de realización de nuestra familia. Esto nos impide realizarnos como nosotros queremos.Somos fieles y permanecemos encerrados en la torre que construimos con nuestra familia y como el Minotauro miramos desde allí con nostalgia un horizonte lleno de belleza pero que no nos permitimos alcanzar.
¿Y cómo es posíble ?Por falta de conciencia.Muchas veces el deseo de conseguir aquello que nos proponemos es mayor y salimos de esa torre en busca del amor, la prosperidad, la salud o el placer con la ilusión de conseguirlo.Pero entonces el mapa que nos guía hacia la salida del laberinto es el mismo que heredaron nuestros padres de generación en generación y a menudo esta tan estropeado, es tan confuso o le faltan tantas partes que acabamos trazando sobre este el mismo u otro recorrido tan equivocado como en el que, sin saberlo, se perdieron también nuestros ancestros.Así volvemos de nuevo a lo conocido sin realizarnos. Tomar consciencia de las motivaciones y los caminos que tomaron nuestros antepasados nos revela cual es nuestra vía de realización auténtica.


¿Estas diciendo que los problemas que tenemos son culpa de nuestra familia?


No. Nuestra familia no es culpable de nada, eso sería como culpabilizarnos a nosotros mismos. Cuando como Teseo vamos introduciéndonos en el laberinto de nuestro árbol genealógico nos damos cuenta que en realidad lo que hay es falta de conciencia.


¿Entonces, de qué tenemos que tomar conciencia?


La mayor parte de los procesos terapéuticos se centran en una toma de conciencia de uno mismo, de los mecanismos internos que perpetúan la rigidez que no nos deja vernos a nosotros mismos ni a los demás. Ciertamente muy importante. Pero parte de mi trabajo con el árbol genealógico es acompañar a las personas a despertar a una conciencia mayor. Una conciencia transgeneracional. Ensanchar nuestra mirada más allá del nosotros, traspasar las fronteras del tú y el yo para poder entrar en una conciencia que contemple estos vínculos que aunque están más allá del espacio y el tiempo presente son muy poderosos y a la vez tremendamente sanadores cuando los descubrimos.


¿Cómo podemos encontrar la curación en nuestro árbol?


Nuestro árbol genealógico se asemeja a los cuentos maravillosos que nos contaban las abuelas al amor de la lumbre. Estos cuentos tradicionales están poblados por infinidad de paisajes, personajes y reinos extraños; a veces terribles, mágicos o hechizados y que conforman un universo propio. El cuento somos nosotros mismos. En realidad princesas, brujas, ogros, gigantes y reyes son partes que pertenecen a nosotros mismos. El cuento nos va a ayuda con su lenguaje onírico a poder integrarlas, nos va conducir con su lenguaje al poder de transformación que reside en nosotros mismos.Igual que en un cuento, nuestros familiares conforman en nosotros una historia y un paisaje psíquico y emocional del cual participamos, somos los héroes de un relato que pone en escena los aspectos profundos y esenciales de nuestra familia.Esta historia genealógica contiene unos personajes y una estructura propia semejante a un cuento pero que a menudo esta perdida, prohibida o desviada y nos mantiene hechizados sin poder liberarnos.
La curación consiste como en un cuento en despertar del encantamiento y transformar aquellos personajes que nos habitan de ogros y brujas a príncipes y princesas.


Cuando hablas de tu trabajo, he oido la palabra "integrativo". ¿A qué te refieres? ¿Por qué has añadido el término integrativo?


Nuestro árbol genealógico es un organismo vivo. Respira, siente, crece y se transforma continuamente.Tan antiguo y milenario que a veces no logramos reconocer ni la rama en la que descansamos. Tiene tantas y es tan frondoso que a veces estamos enredados en él y no distinguimos la copa de las raíces. Nuestro trabajo es recorrer este árbol, reconocerlo, integrarlo y nutrirnos de él.
Sigo sin comprender...Una vez mientras paseaba por un jardín un pájaro cayó preso enredándose en unas zarzas. El jardinero que pasaba por allí quiso liberar al animal. Con sumo cuidado lo puso en libertad sin romper ni una sola rama y sin hacer daño al pajarillo.
Y con eso nos estás diciendo que...
He visto personas que trabajan en psicogenealogía y que se acercan con una mirada analista. No ven más allá de los datos que aporta la persona sin tomarla en cuenta ni a ella ni a su familia. Se dedican a destripar tu familia como si de un cadáver se tratase y además te dicen que son ellos los responsables de tu sufrimiento. En mi trabajo intento ser muy respetuoso con la persona que se acerca a mí y también con todo su árbol genealógico.


Pero... ¿Y si sufro porque en la familia alguien se ha portado mal?


Pretender liberar al pajarillo podando las ramas es ser muy irrespetuoso con el entorno que te rodea. Es una barbaridad decirle a alguien que sus padres o alguien de su familia son los culpables de sus dificultades por que entonces siempre van a mirar al pasado con rencor. Además no ayuda porque al final te genera una gran culpa. Hay que mirarlos con aprecio y eso no es posible sin pasar por una transformación y allí es donde entra el termino integrativo.


Explícanos esto de la transformación.


Todo lo que rechazo se vuelve en mi contra. Mi árbol también soy yo, despreciar a mi árbol es despreciarme a mí. Pretender no pertenecer o no respetarlo es tener la soberbia de una montaña. Para llegar a la verdadera transformación he de ser humilde.
No puedo despreciar las raíces que me sostienen porque sencillamente son mis raíces, no tengo otras, y estoy aquí gracias a ellas.Pero a veces nuestra familia nos pide que obedezcamos, que hagamos cosas que a veces nosotros no queremos.


¿Cómo voy a ser tolerante con eso?


No hay que confundir amar a los padres con someterse a ellos.Tú hablas de tolerancia. Hoy en día nos hablan de esta palabra como un valor, pero no es cierto. Nos han vendido gato por liebre y nos han cambiado la palabra respeto por tolerancia. Tolerar es ser permisivo y yo no permito que me insulten sin embargo soy respetuoso con los que me insultan. Es distinto.


De acuerdo, pero los insultos duelen. ¿Qué hago con eso?


Reconocerlo ya es mucho. Aquí llegamos al primer paso para llegar a la humildad que es la conciencia. Darme cuenta de que es lo que pienso, siento y deseo y responsabilizarme de ello.
Este es el primer paso para la transformación. Muchas veces lo mas complicado es llegar a este punto.


¿Por qué es tan complicado?


Mi trabajo de transformación con el árbol genealógico va en dos direcciones. El de las raíces y el de las ramas. Una es tomar conciencia, reubicar, reubicarse y nutrirse de las raíces, aquí estoy hablando del árbol genealógico y la otra el trabajo de las ramas que es tomar conciencia y nutrirse de uno mismo.
Muchas veces el trabajo con las ramas es un impedimento para tomar de las raíces y viceversa. El trabajo con las ramas pertenece al “Yo” como individuo que muchas veces aunque empezó alimentado por las raíces es capaz de ser independiente y autónomo.
Al trabajar en psicogenealogía tenemos que diferenciar cuales fueron las causas y las circunstancias de mi familia a las cuales obedezco y soy fiel y por otro lado cual ha sido mi forma de hacerlo y adaptarme a este entorno.


Parece que hay una distinción entre un yo individual y otro familiar.


Yo creo que van de de la mano. Como en un árbol hay una rama principal que es el tronco y esta después se ramifica en sus ramas, estas no solo dependen de las raíces depende también del entorno al que están expuestas y van a adaptarse con pinchos o con hojas blandas dependiendo del exterior. Mi adaptación al entorno es mi carácter, mi ego que se muestra en forma de múltiples mascaras y no depende exclusivamente de las raíces. Hay que tomar conciencia, trabajar las raíces y las ramas para que nuestros frutos en la vida sean ricos y dulces.


¿Algo dulce para terminar esta entrevista tan rica?


Lo más dulce del mundo es compartir nuestras riquezas.Grácias por compartir las tuyas con nosotros.

"El árbol genealógico y su atmósfera"

Alejandro Jodorowsky


Examinar la dificultades de una persona era entrar en la atmósfera psicológica de su medio familiar. Comprendí que estábamos marcados por el universo psicomental de los nuestros. Por sus cualidades pero también por sus ideas locas, sus sentimientos negativos, sus deseos inhibidos, sus actos destructivos. El padre y la madre proyectaban sobre el bebé esperado todos sus fantasmas. Querían verlo realizar lo que ellos no pudieron vivir o lograr. Así asumimos una personalidad que no era la nuestra, sino que provenía de uno o varios miembros de nuestro entorno afectivo. Nacer en una familia era, por decirlo así, estar poseído.

La gestación de un ser humano casi nunca se realiza en forma sana. Influyen en el feto las enfermedades y neurosis parentales. Al cabo de cierto tiempo, con sólo mirar moverse y oír unas cuantas frases de mi consultante podía deducir en que forma había sido dado a luz. ( si se sentía obligado a hacer todo rápido, había sido parido en escasos minutos, como con urgencia. Si frente a un problema esperaba hasta el último momento para resolverlo mediante una ayuda exterior, había nacido por fórceps. Si le costaba tomar decisiones, había nacido por cesárea, etc.)


Comprendí que la manera en que nos paren, muchas veces no la correcta, nos desvía de nosotros mismos una vida entera. Y estos malos partos dependen de los líos emocionales de nuestros padres con nuestros abuelos. El daño se transmite de generación en generación: el embrujado se convierte en embrujador, proyectando sobre sus hijos lo que fue proyectado sobre él, a no ser que una toma de consciencia logre romper el círculo vicioso. no hay que temer hundirse profundamente en uno mismo para enfrentar la parte del ser mal constituido, el horro de la no realización, haciendo saltar el obstaculo genealógico que se levanta ante nosotros como una barrera y que se opone al flujo y reflujo de la vida.

En esta barrera encontramos los amargos sedimientos psicológicos de nuestro padre y de nuestra madre, de nuestros abuelos y bisabuelos. Tenemos que aprender a desidentificarnos del árbol y comprender que no está en el pasado: por el contrario, vive, presente en el interior de cada uno de nosotros. Cada vez que tenemos un problema que nos parece individual, toda la familia está concernida. En el momento en que nos hacemos conscientes, de una manera o de otra la familia comienza a evoluciona. No sólo los vivos, también los muertos. El pasado no es inamovible. Cambia según nuestro punto de vista.
Ancestros a quienes consideramos odiosamente culpables, al mutar nuestra mentalidad, los comprendemos en forma diferente. Después de perdonarlos debemos honrarlos, es decir, conocerlos, analizarlos, disolverlos, rehacerlos, agradecerles, amarlos, para finalmente ver el "buda" en cada uno de ellos. Todo aquello que espiritualmente hemos realizado podría haberlos hecho cada uno de nuestros parientes. La responsabilidad es inmensa. Cualquier caída arrastra a toda la familia, incluyendo a los niños que están por venir, durante tres o cuatro generaciones.

Los pequeños no perciben el tiempo como los adultos. Lo que para los grandes se desarrolla en un ahora, ellos los viven como se hubiera durado meses y los marca para toda la vida. Los abusos padecidos durante la infancia, una vez vualtos adultos, tenemos tendencia a reproducirlos sobre otros, o bien, sobre nosotros mismos. Si ayer me torturaron hoy no ceso de torturarme, convertido en mi propio verdugo.

Se habla mucho de los abusos sexuales que sufre la infancia, pero se pasan por alto los abusos intelectuales- embutir en la mente del niño ideas locas, prejuicios perversos, racismos, etc-, los abusos emocionales- privación de amor, desprecios, sarcasmos, agresiones verbales-, los abusos materiales- falta de espacio, cambios abusivos de territorio, abandono vestimentario, errores en la alimentación, etc-, los abusos del ser- no nos dieron la posibilidad de desarrollar nuestra verdadera personalidad, establecieron planes en función de su propia historia familiar, nos crearon un destino ajeno, no vieron quiénes éramos, nos convirtieron en espejo de ellos, quisieron que fuéramos otro, esperaban un hombre y nacimos mujer o viceversa, no nos dejaron ver todo lo que queríamos, no nos dejaron escuchar ciertas cosas, no nos dejaron expresarnos, nos dieron una educación que consistía en la implantación de límites-.

En cuanto al abuso sexual, la lista es larga. Tan larga como la lista de culpabilizaciones: "Me casé obligado porque tu madre estaba encinta de ti, has sido una carga para nosotros, por tu causa dejé mi carrera, quieres irte a vivir tu vida como una egoísta, nos has traicionado, n fuiste lo que nosotros queríamos que fueras, te permites sobrepasarnos y realizar lo que nosotros no pudimos". La historia familiar está plagada de relaciones incestuosas, reprimidas o no; de núcleos homosexuales, de sadomasoquismo, de narcisismo, de neurosris sociales que, como un legado, se reproducen de generación en generación.


Extracto del libro "La danza de la realidad"
Perdonar, en ocaciones, no es un camino


“Cuando uno emprende una vía de sanación y liberación, el perdón puede convertirse en un refugio para no recorrerlo hasta el final. Una palabra detrás de la cual uno se puede esconder para evadir lo esencial, su miedo encubierto.
Perdón es una palabra santa, pero llena de trampas…
Hay que comprender que nadie es del todo culpable, pues lo sucedido en el seno de una familia acostumbra a deberse a sus implacables estructuras del pasado. Muchos hablan del perdón, hay diversas terapias que abordan este espinoso asunto: pero el perdón no es un concepto, sino un proceso.
Es una idea que contiene demasiadas raíces religiosas. Errar por el mundo pagando el pecado original en busca del perdón divino hasta la muerte e incluso más allá es una buena aspirina contra la consciencia y uno de los programas más nocivos para la humanidad
Podemos preguntarnos: ¿Cómo alguien se va a sanar cargando con una moral a cuestas? Muy a menudo, lo que es inmoral para una cultura es perfectamente lícito para otra, lo que nos puede dar una idea de cuán engañosa es a veces la moral…
No podemos pasarnos la vida negando nuestros impulsos: si existen, es que hay cosas que debemos abordar, comprender, solucionar y despejar. Bien podemos realizarlas en concreto si no dañan a nadie, o bien metafóricamente, como propone la psicomagia. Así las pulsiones encuentran una vía de escape…

(Cristóbal Jodorowsky en El collar del tigre)


EL PENE


El pene es un órgano que permite la comunicación y expresión de una parte del ego libidinal del hombre a través del orgasmo. Este órgano nos recuerda que no somos sólo intelecto, que también somos “sembradores sagrados” y que el semen no es algo sucio y pecaminoso. Una de sus funciones principales consiste en llevar el esperma a los órganos genitales internos de la mujer, a través de un tubo conductor de energía que surge de los testículos. La energía sexual es la energía necesaria para crear un hijo y también es un símbolo de la capacidad de la persona para dar forma a su vida. Como dice Alejandro Jodorowsky: si hay algún lugar donde esté presente nuestro “Dios interior”, tanto en el hombre como en la mujer, ese es el sexo.

Por representar la virilidad, el poder y la fuerza, el varón suele darle importancia al tamaño de su pene, así como a la fuerza y duración de su erección. Es frecuente que en grupos de hermanos, e incluso entre padres e hijos, existan complejos basados en esta comparación de sus órganos sexuales. Sin embargo, estos problemas suelen ser más frecuentes cuando el niño ha crecido con ideas de que es un órgano sucio que debe esconder. Son muy tóxicas las ideas de una religión mal interpretada que puede observar el sexo como origen de todo mal. Muy pronto el niño descubre el placer que le aporta este órgano. Si los padres le ordenan abandonar las prácticas de exploración y masturbación, con argumentos culpabilizantes, de alguna manera quedará asociada la sexualidad a la prohibición, y éstos futuros adultos vivirán el sexo como algo de lo que deben privarse, con las consecuencias negativas que ello le puede acarrear a la hora de vivir una relación de pareja plena.

El pene es un órgano largo que tiene por objeto llevar el esperma a los órganos genitales internos de la mujer. Su extremidad externa presenta una forma redondeada llamada glande que aparece cubierta o no por un repliegue de la piel llamado prepucio. Desde el punto de vista de su estructura, el pene está constituido por: La uretra, encargada de expeler la orina y el semen, los cuerpos cavernosos, dos órganos eréctiles formados por una trama de tejido conjuntivo y vascular que en el momento de la erección se llena de sangre, sirviendo de apoyo a la uretra en la conducción del esperma, y cuatro cubiertas que rodean dichos órganos cavernosos

La palabra “falo” se refiere al pene en erección. Las implicaciones subjetivas suscitadas por lo fálico son amplias, e incluyen la fertilidad, poder generativo, erotismo y poder.

Mucho se ha escrito y hablado sobre el comportamiento del pene, como si estuviese dotado de una “vida propia”. Hay literatura, cine, pinturas, poemas, etc, en los que aparece como protagonista este órgano del que tratamos. Incluso Leonardo da Vinci habló del pene
en su “Cuaderno de notas”.

Un pene puede tardar en desarrollarse e incluso frenar su crecimiento en la adolescencia. Esto podría estar conectado con una prohibición que se origina en el árbol genealógico que frena el desarrollo de su ego libidinal. Si un joven queda anclado en la infancia, a consecuencia de que sus padres no querían que creciera, tampoco desarrollará un órgano que no necesita. O tal vez sus testículos no bajen a su lugar.

Un consultante que le planteó a Jodorowsky su problema, recibió del maestro la siguiente respuesta: “si tienes un pene pequeño, búscate una vagina pequeña…”

El cáncer de pene, como todos los cánceres, tiene su origen en una orden de autodestrucción. En este caso, suele coincidir con cambios laborales como la jubilación, se “rompe la lanza”, se abandona el poder.

Disfunciones sexuales:
son numerosas y complejas las causas psicológicas de las disfunciones sexuales en el hombre, a las que hay que añadir el estado de satisfacción que esté viviendo en su relación de pareja. Frecuentemente, la eyaculación precoz se relaciona con personalidades obsesivas, competitivas y exigentes, pero con cierta neurosis de fracaso. Jodorowsky recomienda comprar un cronómetro, medir cuantos segundos tarda el consultante en eyacular y, por ejemplo, si son ocho segundos, que se proponga batir ese record y eyacule en 7 segundos. Como el individuo tiene la orden de fracasar o de no cumplir la orden, fracasará y se demorará mucho más allá de sus ocho segundos.
El llamado complejo de castración es una amenaza en la vida psíquica de un niño cuya madre, o padre, frena su creatividad y le prohíbe el placer. En la mujer, este complejo se vive como un defecto “de fábrica” y según el psicoanálisis, si no se resuelve de manera eficaz, ella intentará quedarse pronto en cinta, el feto simbolizará inconscientemente su pene y luego le costará parirlo.

El síndrome de “semen sucio” describe al varón al que la madre le hace creer que todos los hombres son horribles, malvados, salvajes y pervertidos. Al niño le llega al inconsciente la orden de “no crezcas, no te hagas hombre”, con lo que el cuerpo obedece y el desarrollo puberal se bloquea. Para ello, un acto psicomágico podría consistir en fabricar un par de velas con cera y esperma propio, obtenido con un intenso orgasmo, ofrecer una en una de ellas a la Virgen y la otra regalarla a la madre, diciéndole que procede de un sagrario al que ella le tenga fe; de esta manera, el inconsciente del hijo entenderá que el esperma es sagrado y está permitido producirlo con placer.
Como dice Alejandro Jodorowsky, el sexo tiene su propia sabiduría, dejémoslo hacer.
Contratos
Códigos que nos impide ser lo que somos

Existen ciertos “programas” que tenemos instalados en nuestro interior, a los que resulta difícil acceder con el lenguaje racional y que nos impiden llevar una vida plena.
Son una especie de “códigos” que están situados en lo más profundo de nuestras mentes en forma de creencias y de todo tipo de inhibiciones que nos paralizan.
Cuenta Marianne Costa que en un momento de su vida escribió en un papel de pergamino: “soy una fracasada”. Después lo firmó con una gota de su sangre y lo enterró. En ese lugar plantó una bella flor y empezó a diseñar su realidad liberada de esa maldición. (Es un acto psicomágico, donde nos liberamos de esos códigos que recibimos de nuestra familia)
Un contrato es un acuerdo entre dos partes que se comprometen a dar algo y a recibir algo a cambio. Pero no todos los contratos están sobre papel, ni siquiera son verbalizados, ni tampoco todos están en el plano de la consciencia. Más aún, como en el caso del nombre, hay contratos que aceptamos en desigualdad de condiciones porque se “sellan” en la más tierna infancia: el niño intuye que el incumplimiento implica no ser querido, lo que significa la muerte. Nuestro cerebro más primitivo nos dicta la orden de obedecer cuando la amenaza es ser expulsado del clan.
Estos contratos pueden afectar a nuestros cuatro egos:


Ejemplos de contratos intelectuales:

Muchas de las creencias que tenemos son contratos que mantenemos con nuestro árbol genealógico, ideas que se nos han transmitido desde nuestros bisabuelos y que no podemos cuestionar. (Debemos deshacernos de cualquier creencia que no sea bella y útil)
a) “Serás abogado, como los hombres de provecho de esta familia”
(En árboles donde el artista es considerado como un muerto de hambre, que en realidad no sabe hacer nada)
b) “En esta casa se habla cristiano”
(No me salgas con querer estudiar lenguas…sólo hay que hablar una lengua: la materna)
c) “Eres torpe como tu madre”
(Una profecía que actúa como una maldición que acaba cumpliéndose)
d) “En la vida debemos dejar las cosas igual que nos las hemos encontrado”
(Señal de que el árbol se ha estancado…)
e) “Un hijo nunca debe superar a un padre”
(Una locura absoluta que se conecta con la neurosis de fracaso)
Los contratos intelectuales son como las “ideas irracionales” que describe Albert Ellis, raíces de nuestras emociones perturbadas y comportamientos desajustados. La psicogenealogía conecta con su famosa y en muchos casos efectiva RET (Terapia Racional Emotiva), en el sentido que la familia configura un esquema de creencias tóxicas que nosotros adoptamos por lealtad a ella y que se mueven en cuatro ejes fundamentales:
*Si no tienes lo que necesitas, te mueres. (”Si mi novio me deja, me muero”)
La herencia tóxica es confundir la necesidad con el deseo. Si no tienes alimento, te mueres, pero si deseas a tu novio y no lo tienes, sigues viviendo…
*Esto es horrible (”Es horrible que tenga que cancelar mis vacaciones”)
Se juzga en exceso. No hay nada categóricamente malo o bueno. Hay hechos que nos causan más o menos dolor. Si ordenamos los hechos dolorosos de 0 a 10 y en el 10 ponemos la muerte de un ser querido, ¿cómo valoraremos cancelar una vacaciones?
*No lo soporto (”No soporto la soledad”)
Hay situaciones que matan, son insoportables. Creer que algo es el límite entre la vida y la muerte nos hace sentirnos agonizantes cada vez que eso sucede. Eso lleva a preferir un desastre de relación amorosa, la soledad está prohibida por el árbol, porque es acercarse a la muerte.
*Si sucede algo malo es que hay un culpable y tiene que ser condenado. La familia nos enseña a juzgar y buscar culpables en los que descargar la responsabilidad de lo que pase, o a culparnos a nosotros mismos. Los acontecimientos no son una confluencia de factores, nada tiene una única causa. Si nos sentimos culpables de algo, la mejor medicina es una fórmula con tres elementos: la aceptación, la reparación y el aprendizaje de lo sucedido para evitar en lo posible repetir el mismo error en el futuro.

Ejemplos de contratos emocionales:

Suelen venir en formato de inhibiciones emocionales. Muy asociados a los niveles de consciencia infantiles…
a) “No crezcas”
(Si se hace mayor un día abandonará a sus padres. Esta orden lo mantendrá con una edad emocional de 10 años para el resto de su vida)
b) “Aquí somos del Madrid”
(Desde el primer mes de vida el niño es socio del club. Cuando crece no tiene alternativa, si no le gusta el fútbol o no es madridista, será considerado un traidor o un enfermo)
c) “No seas tonto y no te hagas novia”
(Quédate con la madre…ella no te defraudará)
e) La pareja es para toda la vida
(Nadie se ha divorciado jamás, en nuestra familia todos somos muy católicos)
Los contratos emocionales nos atan con fuerza al pasado y fomentan las relaciones basadas en la dependencia emocional. Disolver estos contratos es abrir al fin la puerta a la libertad de amar con un nivel de consciencia superior.

Ejemplos de contratos libidinales:

Aquí están todas las inhibiciones creativas y sexuales
a) “El teatro-la pintura-la música, son una pérdida de tiempo”
(Es como decir que no debes dedicarte a cosas que no son de provecho…)
b) “Esta relación no te conviene”
(Podríamos preguntarnos: ¿a quién no le conviene en realidad?)
c) “Te casarás a los 25 años y a los 26 llegará la única hija”
Este podría ser un contrato inconsciente que se repite de generación en generación. Un proyecto que el árbol tiene para nosotros
d)”La mujer que expresa deseo sexual es una fulana”
(Si el sexo de la mujer es sólo un instrumento de procreación, se le prohíbe gozar con su energía libidinal y a la postre de la creación y de la vida).
La prohibición de la homosexualidad y de prácticas sexuales no existentes en el repertorio del árbol, también son contratos que al incumplirlos nos bloquean la libido o nos sentimos culpables y merecedores de castigos si “nos salimos del tiesto”.

Ejemplos de contratos materiales-corporales-económicos:

Las inhibiciones económicas. Es necesario que encontremos los elementos que permitan separarnos de la violencia, del miedo y de la culpabilidad…
a) “Eres idéntico a tu abuelo”
(Y con ello uno de los linajes toma posesión del hijo)
b) “No toques los botones que los romperás”
(Cuando no te dejan tocar nada es porque no tienes espacio)
c) “El dinero es el pecado”
(Si nos hacen creer que el dinero es sucio, nos generará mucha culpabilidad ganarlo)
d) “El que arriesga pierde”, “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Más vale malo conocido que bueno por conocer”…
(Salir del territorio es una deslealtad imperdonable y tenemos un miedo ancestral a no volver a ser admitidos en el clan).

Todo esto insta a acomodarse con una pareja que ya no aporta nada, un trabajo insatisfactorio, una casa que no es un hogar y también a una ciudad, un banco, un grupo de amigos etc. Instalados en un territorio para siempre, porque nos han enseñado que arriesgarse es perderlo todo, en lugar de impulsarnos a seguir nuestros deseos como sabio camino de transformación.
Los contratos se cumplen por lealtad, pero también por temor a las consecuencias. Digamos que hay un miedo a ser castigados, a que se cumplan esas predicciones (maldiciones): “Si te divorcias, te mirarán mal”, “si te haces artista, vivirás en la pobreza”. Un acto psicomágico para sanar este tipo de miedo al incumplimiento a lo que los padres ordenaron, consistiría en realizar metafóricamente la predicción, escenificándola delante de ellos.
Alejandro Jodorowsky nos dice en sus 10 recetas para ser felíz, “no hay alivio mas grande que comenzar a ser lo que en realidad somos. Desde la infancia nos imponen destinos ajenos. Es conveniente recordar que no estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios.

La Metáfora de los Accidentes

Tras un accidente, es frecuente que nos asalten preguntas como: ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué así? ¿Por qué en este lugar? ¿Por qué estas consecuencias?
Partimos de cuatro premisas fundamentales


*Nada sucede por azar
*La realidad es un espejo de lo que sucede en nuestro interior
*Cualquier acontecimiento viene a enseñarnos algo
*Todo es para bien


Entendemos como accidente un suceso no previsto, algo fortuito producto de la mala suerte. Pero lo cierto es que un accidente es muy similar a una enfermedad, un medio que nuestro “maestro o dios interior” utiliza para comunicarse cuando mantenemos el resto de los canales alternativos desconectados.

Es cierto que no buscamos los accidentes, como tampoco buscamos las enfermedades; sin embargo, debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad en aquello que nos sucede. Parece ser, según dicen las personas con mucha conciencia, que todo lo que nos ocurre tiene mucho que ver con nosotros.

Un accidente puede producirse cuando una persona se siente culpable, se acusa de algo que ha pensado o ha hecho. Es como un autocastigo, inconsciente, para neutralizar la culpabilidad. El castigo del “super yo” que diría Freud. También en momentos de desánimo cuando buscamos captar la atención de nuestro entorno. Los niños se dan cuenta de que cuando se accidentan, toda la familia le presta más atención. Es una típica reacción histérica que se repite: una persona se accidenta en los momentos en los que otro miembro de la familia tiene un hijo, enferma o logra lo que perseguía.

El tema de la agresividad descontrolada también tiene mucho que ver con los accidentes. Si creemos que la violencia solucionará nuestros problemas, actuamos como un imán que atrae la agresividad hacia nosotros.
En todos los casos de accidentes: de tráfico, domésticos, laborales, etc. lo primero que debemos buscar es el mensaje que nos transmite, para solucionarlo de manera consciente y evitar su repetición. El accidente es como una señal que nos obliga a mirar en nuestro interior. Podemos y debemos hacernos preguntas:


¿Qué me quiere advertir este accidente?
¿Qué aspecto de mi vida debo transformar?
¿A qué cambio de comportamiento me estoy resistiendo?
¿Tuve la intención de hacer daño a alguien?


Ejemplos:

-Vamos conduciendo con nuestro automóvil en un momento de cierto estancamiento, en el que no sabemos hacia dónde vamos y sincrónicamente un coche nos embiste por detrás.
-En mi vida voy saltándome alegremente todos los semáforos en rojo (las normas) y provoco un accidente en el que involucro a otras personas.
Cualquier accidente puede quedar en un aviso, que me indica que debería cambiar mi estilo de vida. O puede que acabe en el hospital con varias fracturas y gano tiempo para reflexionar, se convierte en una enfermedad con su tiempo de convalecencia. El inconsciente me obliga a ser más flexibles en el futuro (para evitar las fracturas)


En algunas ocasiones detrás de un accidente hay una incapacidad para hacerse valer, una rebelión contra la autoridad mal conducida o la creencia en las virtudes de la violencia.
Visto desde la psicogenealógia, todos los accidentes son intentos de suicidio con más o menos fortuna. Interpretar la realidad de este modo es útil. La verdad es lo que es útil. Poco importa si es exacto con la realidad o no.


Ahondando en el simbolismo de los accidentes y los suicidios:

Ahogado:
Problema emocional con la madre.


Sobredosis de píldoras
Conflicto con el lado femenino.


Tiro en la cabeza
Problemas con el padre.


Atropello de un tren
Sufre la agresividad del padre.


Caer de una altura
Sufre los conflicto entre el padre y la madre.


Caidas tontas
En general, son llamadas de atención para que analicemos con un mayor nivel de consciencia los “pasos” que damos.

Ahorcarse
Problemas infantiles con la madre


Tiro en la boca
Conflicto con el padre por lo no expresado


Disparo en el corazón
No sentirse amado


Cortarse las venas
Posible nudo homosexual con la madre/ padre


Tirarse o caerse a un pozo
Deseo de retorno al útero materno


Electrocutarse
Invasión del padre


Quemarse
Represión de la rabia en el interior


Un acto psicomágico recomendado a un joven que tenía miedo a morir en un accidente de coche, conduciendo su Peugeot: Va a tener que realizarlo metafóricamente. Comprando un Peugeot viejo, un amigo lo seguirá con el suyo que estará limpio y perfumado. Buscará un lugar apartado y lo estrellará. Después se sube en su coche y se marcha del lugar. Realizar la predicción libera a tu inconsciente.

Tres pautas a seguir respecto a los accidentes:

A) Si el accidente ya ocurrió, hay que intentar leer su mensaje, para elevar a la consciencia el mensaje sanador que con él nos llega.

B) Si tememos tener un accidente o alguien nos maldice o nos vaticina que lo tendremos, el cerebro se programará para que suceda y lo atraeremos sin querer. En estos casos es mejor realizarlo de manera metafórica, el inconsciente entiende la metáfora y es como si ya se hubiese cumplido lo que tememos o lo que “debía” de pasar.

C) Para evitar accidentes:
*Cambiar culpabilidad por responsabilidad.
*No juzgarnos.
*Canalizar la rabia y la agresividad hacia nosotros mismos con grandes dosis de creatividad.
*Canalizar la agresividad y la rabia hacia los otros mediante la confrontación.
Finalidad
La Trampa Sagrada
Para poder montar una de sus películas, La Montaña Sagrada, Alejandro Jodorowsky huyó de México donde las autoridades lo habían amenazado. Se instaló en Nueva York, donde empezó a sudar como fruto de la angustia que sentía. Un amigo le dio la dirección de un médico sabio en el barrio chino que le preguntó: “¿Cuál es su finalidad en la vida?”.
A lo que este respondió: “No vengo a tener una conversación filosófica. Vengo a que usted me cure de esta incesante transpiración”
El anciano insistió: “Si usted no tiene una finalidad en la vida, no lo puedo curar”…
Esta es la primera pregunta que también nos hará un arbolista
antes de construir nuestro árbol genealógico. Es la clave de todo, la trampa sagrada que se esconde en nuestra vida, responderla es como encender una luz que permite ver lo que nos faltó en la misma raíz de nuestro árbol genealógico. Ahí están nuestras limitaciones, lo que nos da miedo, lo que se nos prohíbe.
Una pregunta que puede tomar muchas formas diferentes, aunque en esencia siempre es la misma:
¿Qué es lo que quieres hacer con tu vida?
¿Cual es tu finalidad?
¿En qué te puedo ayudar?
¿Qué es lo que todavía no has conseguido?
¿Hacia dónde vas?
¿Cuál es tu horizonte ideal?
¿Qué tres deseos le pedirías a una Hada?
¿Qué harías si te hicieses invisible durante 24 horas?
Aquello que responde el consultante nos señala las prohibiciones de su árbol genealógico…Si respondo que quiero “disfrutar”, significa que hay una prohibición del placer, del deseo, en el árbol. La finalidad es lo que somos, es nuestro guión auténtico, incompatible muchas veces con el guión que la familia nos impone. El árbol genealógico nos imprime una misión y tratará de que la cumplamos, aunque ello nos niegue ser lo que somos.
No siempre se tiene la respuesta al borde de los labios, a veces el mismo hecho de no haber sido deseados o tenidos en cuenta en nuestra infancia, puede hacernos carecer de finalidad en la vida de adultos. Para los que les cuesta muchísimo conectar con su finalidad y verbalizarla, se le recomienda que durante siete días vaya a comprar su pastel preferido y se lo tome tranquilo. Se despertará el placer, la parte creativa. Luego vendrá la finalidad.
Se nos ocurren tres poderosas razones por las que uno debe “parar el reloj de arena”, sentarse y plantearse de una vez cual es su finalidad:
1.-Cuando sabemos lo que queremos de verdad, y eso que queremos no lo estamos logrando de momento, de pronto descubrimos como por arte de magia que hay algo que nos lo impide: es “la trampa del árbol”.
Si queremos ser felices, nuestro árbol quiere que suframos.
Si queremos ser artistas, nuestro árbol nos está prohibiendo la creatividad
Si queremos amar, nuestro árbol nos limita las emociones.
Si queremos ser libres, nuestro árbol nos quiere esclavos.
Así hasta el infinito…
La forma en que lo hace, y la manera de lograr sanarnos y sanar el árbol para que esa finalidad no tenga impedimentos para ser alcanzada, las descubriremos utilizando las herramientas de la psicogenealogía.
2.-Verbalizar una finalidad es comenzar a caminar hacia ella. Nos parece que es como hacerle un pedido al Universo, es lanzar un mensaje, una oración… Ahí uno empieza a llamar al cambio, cuando declara su intención.
3.-Mostrar nuestra finalidad nos sitúa en lo que somos. El árbol nos da una misión loca, una identidad falsa, un no ser lo que somos en realidad. Cuando nos atrevemos a sacar al exterior lo que deseamos alcanzar, empezamos a ser felices, a estar más sanos, o lo que es lo mismo, empezamos a SER.
Es importante apuntar que la finalidad debe ser formulada de la forma más concreta posible, no abstracta. Como diría Marianne Costa, “si pides al hada una finalidad borrosa, te va a dar una finalidad borrosa”.
También Milton Erickson, con uno de sus terapeuticos relatos nos enseña algo fundamental: “Imponte siempre un objetivo real, para el futuro inmediato”.
En palabras de Jodorowsky, “todos hemos nacido de un hombre y una mujer. En cualquier estado que estés, el universo quiere que te realices. La vida tiene la finalidad que tú decidas. Para poder realizarnos, debemos conocer los acuerdos del inconsciente familiar que nos lo impiden”.
Dime ahora: ¿cuál es tu finalidad? Y recuerda las palabras de Séneca: “No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”.

Orígenes de la Psicogenelogía



El término “psicogenealogía” lo asociamos en España, Hispanoamérica y Francia a Alejandro Jodorowsky que lo acuñó tanto en su labor literaria (”Donde mejor canta un pájaro”, “El niño del jueves negro”, “La danza de la realidad”…), como en sus conferencias, apariciones en televisión, talleres, entrevistas publicadas en prensa escrita y digital, y otros públicos diversos.
En cualquier caso Jodorowsky nunca ha lanzado sus afirmaciones como definitivas y no se cansa de decir que «la verdad no está en una sola cabeza, lo que yo diga es válido hasta cierto punto y hay riesgo de equivocación»
Para Jodorowsky, la psicogenealogía es el estudio del árbol genealógico como vía de conocimiento con un fin eminentemente sanador. Su colaboradora, Marianne Costa y su hijo, Cristóbal Jodorowsky, aportan valiosísimas reflexiones y puntos de vista a su inicial paradigma. Queremos añadir que esto será sólo lo que hemos creído entender de sus teorías, desde aquí recomendamos fervientemente acudir siempre que sea posible a la “fuente”, al origen. Incluso sabemos que próximamente saldrá a la venta un libro sobre psicogenealogía con la firma de Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa. Libro que sin duda marcará las directrices de esta disciplina con la sabiduría que dan más de cuarenta años de dedicación.
Desde otros ámbitos de la psicoterapia se ha abordado desde hace décadas el tema que nos ocupa. Incluso ya en sus inicios, el psicoanálisis afirmaba con que la vida psíquica de cualquier individuo se sostenía en la relación de éste con su familia, en especial con los padres. Para Freud, el carácter de los vínculos entre padres e hijos en la primera infancia, van a ser determinantes para su personalidad adulta. El origen de la neurosis estaba fundamentalmente en las pulsiones reprimidas en esa primera etapa de la vida.
Posteriormente, Jung fue más allá y defendió la existencia del que llamó inconsciente colectivo. Él mismo estudió a fondo su propio árbol genealógico. Destacamos a autores como Ane Ancelin Schützenberger, J. Levy Moreno, Didier Dumas, Gregory Bateson, Virginia Satir, Fritz Perls, Milton Erickson, Carl Whitaker, Levi Moreno y Bert Hellinger. La psicología sistémica y la herramienta de las constelaciones familiares, constituyen corrientes ampliamente conocidas y utilizadas en la psicoterapia familiar de nuestra cultura.
Todos han aportado valiosas enseñanzas sobre la influencia de la familia en la psique y en el modo de actuar en el mundo de cada individuo. Creemos que lo importante no es elegir una u otra corriente de conocimiento, sino tomar de cada una de ellas, lo que resulte útil a cada persona y en cada momento.
Si has llegado hasta este punto te estarás preguntando: ¿Cuál es el motivo por el que puede resultar interesante utilizar la psicogenealogía?La Psicogenealogía nos ayuda a entender la naturaleza genealógica de nuestras relaciones y descubrir las fuerzas creadoras que nuestra familia entraña. Nos desvela las dinámicas que conllevan identificaciones e implicaciones de una generación a la siguiente y que dificultan nuestra vida.
Parece ser que el hecho de trabajar sobre las propias raíces resulta un ejercicio de lo más sanador que existe. Desde muy pequeños aprendemos la historia de nuestro país y de nuestra cultura; sin embargo resulta muy curioso que no prestemos ninguna atención a nuestra historia familiar.
Dice Alejandro Jodorowsky que si el psicoanálisis fue la gran revolución del siglo XX, la psicogenealogía está destinada a serlo en este siglo XXI.

domingo, 2 de noviembre de 2008


Alejandro Jodorowsky habla sobre las mujeres



Las mujeres necesitan buscarse a sí mismas. Darse su propio espacio y demostrar todos sus talentos. Su gran escapatoria en la sociedad actual pasa porque ellas mismas se ganen la vida. Tienen que entrar al mundo de los hombres de manera competitiva; dejar de depender de ellos y manejar su propia economía. Así podrán tener más libertades y serán dueñas de su destino.Los políticos no sirven para nada, porque los verdaderos amos del mundo son el lobby industrial, el mundo económico. Ahí las mujeres no entran, pero el día que lo hagan y tengan la capacidad de manejar el dinero del mundo las cosas realmente cambiarán.Las mujeres tienen el don de la intuición, que el hombre siempre ha mirado de soslayo y será el tesoro del mundo del futuro. Las mujeres también tienen más potencial creador, pero el hombre las ha reprimido y deformado bajo su visión lógica de las cosas. Y además tienen el poder de ser madres y criar a los hijos. Esa es una labor mayor, pero es algo que los hombres siempre han menospreciado, porque simplemente no lo entienden. Por eso mismo las nuevas generaciones son de padres ausentes. Y esto a la larga marca todo, el mundo hoy está definido por la ausencia. Ese tema también conflictúa a las mujeres, especialmente a las que trabajan, que constantemente se cuestionan no pasar más tiempo con sus hijos.Pero deben buscar el equilibrio y pueden hacerlo perfectamente. La idea de que los niños impiden que las mujeres puedan desarrollarse me parece una cretinada. Lo que pasa es que muchas caen en la tontera de hacer simbiosis con el niño, y caer en ese juego es peligroso. No tienen que ver a los chicos como tentáculos que las absorben; si los parieron fue para darlos al mundo. Para que ambos se desarrollen, pero que sean libres.
LOS FANTASMAS
Definimos el concepto de “fantasma” como duelo no realizado. Es como algo que queda flotando entre dos mundos, algo que no queda bien enterrado. Se da cuando en determinadas familias un hijo sustituye al “muerto” y se hace para que los padres no sufran.
Unos ejemplos:
a) Llevamos el nombre de nuestro abuelo que murió antes de nuestro nacimiento
b) Somos portadores del nombre de un hermano que murió antes de que naciéramos
c) Nacemos en una casa “atestada de hermanos” y como no tenemos sitio nos criamos en la casa de una abuela. Cuando más tarde muere nuestro padre ya podemos volver con la misión de reemplazar al padre.
d) En nuestra niñez, muere un abuelo y no dejan que vayamos al entierro. A partir de ese momento “cargaremos con el abuelo”, es decir el abuelo seguirá vivo en nosotros a consecuencia de un duelo mal llevado.
Los fantasmas pertenecen al ego emocional
Los fantasmas representan inhibiciones emocionales que invaden el Ser esencial y crean una pauta de comportamiento repetitivo que puede ser literal (tener el mismo nombre de un abuelo) o subliminal (nacer en la misma fecha de un difunto) o simplemente puede ser la repetición de estructuras de comportamiento del árbol.
Cargar con un fantasma, parece acto “bondadoso” que en realidad esconde un “regalito sorpresa”. Rabia, enfermedades, agresividad, no permiso para realizarse ya que se vive la vida de otro…
Dos psicoanalistas clasicos, Nicolas Abraham y María Török, introdujeron la noción de “Cripta” y de “fantasma”: La familia guarda un secreto sobre algún evento trágico o difícil, frecuentemente un duelo no realizado, diciendo “Es para tu bien”. El secreto que se instala en la primera generación es ignorado por la segunda, pero de alguna forma sale, se escapa y se esconde en una “cripta” y aparece como un “fantasma”: obsesiones, búsquedas, sufrimientos, pesadillas, enfermedades graves, accidentes… El secreto se manifiesta indirectamente en la tercera generación y a veces durante más de un siglo, en lo que Anne Ancelin Schützenberger llama lazos transgeneracionales.
Según Didier Dumas, el fantasma, como no-dicho o impensado transgeneracional, provoca estragos considerables al transmitirse a los descendientes y oculta esencialmente las preguntas relativas al sexo y a la muerte.
¿Puede poner un ejemplo?
Una chica lleva el nombre de una tía muerta antes de su nacimiento, que murió cuando estaba de parto…
Podemos imaginar el horror. Es como un “código” que se ha deslizado sobre ella, que le advierte que si tiene hijos morirá en el parto. También origina inquietud a la hora de crear…
La chica en cuestión sólo se empareja con chicos que tienen problemas de fertilidad, de esa manera considera que está a salvo
¿Dónde está en este caso el “fantasma”?
La tía muerta es como un fantasma ya que en cierto modo sigue viva. Es un reflejo arquetípico, “un código”. Parir no da muerte. Habría que enterrar a esa tía… (aunque sea en forma metafórica, hay que cerrar el problema).
Cuando algo no se soluciona en el transcurso de una generación, reaparece en la próxima; se repite y repite el conflicto hasta que damos con la solución. Mientras tanto, el árbol genealógico emitirá toda clase de señales de socorro hasta que se haga la consciencia y sus raíces se reorienten.
¿Un hijo es siempre una proyección? Parece que el árbol nos usa para resolver sus conflictos
Sucede que los padres
proyectan sus deseos sobre sus hijos, en lo que se llama proyecto parental con el que nos imponen sutilmente un papel, una personalidad y, en última instancia, un destino al que debemos adaptarnos para no ser rechazados por el clan.
¿Cómo construyen ese proyecto?
Usan el lenguaje no verbal propio de cada familia, hecho de miradas, silencios y gestos. A veces también se hace en objetos heredados, joyas, ropas, o incluso casas o tierras. En lugar de nosotros poseer las cosas, las cosas nos poseen a nosotros si están cargadas de fantasmas. Y en ocasiones las órdenes literales como: “serás un fracasado”.
¿Qué herramientas tenemos disponibles para resolver estos conflictos parentales? ¿Es suficiente con entenderlo?
Desde la psicogenealogía, preocuparse de aquellos de nuestros antepasados que han “muerto mal” y que no pueden “seguir su camino” tranquilamente, es un trabajo de higiene mental necesario. Hay que hacerlo por el bien tanto de nuestros ancestros como de los nuevos frutos del árbol.
No basta con comprender el porqué de un conflicto. Hay que actuarlo, darle una salida a la pulsión, al comportamiento repetitivo que nos dificulta la existencia.
La herramienta que podemos usar es la psicomagia. Un arte sanador que trabaja con el símbolo, la metáfora, la poesía y con la belleza. Para modificar los códigos de conducta más arraigados hay que tener acceso al ADN psicológico, es decir a nuestro destino prefijado…
NUESTRO NOMBRE ES EL PRIMER CONTRATO CON EL QUE CARGAMOS

Cuando bautizamos a un hijo debemos saber que junto con el nombre le pasamos una identidad. Evitemos por tanto los nombres de los antepasados, de antiguos novios o novias, de personajes históricos o novelescos.
Los nombres que recibimos son como contratos inconscientes que limitan nuestra libertad y que condicionan nuestra vida. Un nombre repetido es como un contrato al que le hacemos una fotocopia, cuando en el árbol genealógico hay muchas fotocopias el nombre pierde fuerza y queda devaluado.
Según Cristóbal Jodorowsky, el nombre tiene un impacto muy potente sobre la mente. Puede ser un fuerte identificador simbólico de la personalidad, un talismán o una prisión que nos impide ser y crecer.
Ya hemos comentado en otro artículo que en los árboles narcisistas cada generación repite los mismos nombres de sus ancestros y con ello se repiten los destinos.
¿Atraen ciertos barrios a personas cuyo estado emocional corresponde al significado oculto de esos nombres?
Dice Alejandro Jodorowsky que en Santiago de Chile vivió en La plaza Diego de Almagro, un lugar que él sintió como oscuro y triste. Resulta posible pensar que ese lugar era el reflejo de su interior en aquel momento de su vida.
Diego de Almagro fue un conquistador frustrado. Por engañosos consejos de su cómplice Pizarro, partió de Cuzco hacia las tierras inexploradas del Sur creyendo encontrar templos con tesoros fabulosos. Después de muchas calamidades volvió como alma en pena a Cuzco, donde su traidor socio, no queriendo compartir las riquezas robadas a los incas, lo hizo ejecutar.
Podríamos dedicar unos minutos a observar el lugar donde vivimos: en la calle de un poeta, de una santa benefactora, de un descubridor o tal vez en la de un general asesino.
Nada es casual, el mundo es como un espejo que nos refleja, cada vez que realizamos una mutación interior también cambia nuestro exterior.
¿Podríamos decir que los nombres tienen una especie de frecuencia que sintoniza con ciertos receptores? ¿Qué tipo de receptores?
Inconscientemente nos sentimos atraídos por cientos nombres que reflejen lo que somos (a veces son exactos y otras veces están ocultos detrás de máscaras, sólo hay similitudes léxicas o fonéticas):
Nuestra parte sana y positiva es un receptor que sintoniza con ciertos nombres, porque nos hacen gozar y sentirnos seguros.
Nuestra parte enferma y negativa es otro receptor que sintoniza nombres determinados, porque hay una intención supraconsciente de resolver el conflicto.
Reflexionemos de nuevo en los nombres de lo que hemos atraído a nuestro mundo:
-El nombre de nuestra empresa, centro de trabajo, escuela…
-El nombre de nuestra pareja, amigos, jefes, profesores…
-Personas que se cruzan en nuestro camino por “accidente” y se llaman exactamente igual que nuestro padre (o madre, hermano…)
¿Hay una programación inscrita en nuestro nombre y apellidos?
Según nos cuenta Alejandro Jodorowsky, tanto el nombre como los apellidos encierran programas mentales que son como semi­llas, de ellos pueden surgir árboles frutales o plantas veneno­sas. En el árbol genealógico los nombres repetidos son vehícu­los de dramas. Es peligroso nacer después de un hermano muerto y recibir el nombre del desaparecido. Eso nos condena a ser el otro, nunca nosotros mismos. Cuando una hija lleva el nombre de una antigua novia de su padre, se ve condenada a ser “la novia de papá” durante toda su vida. Un tío o una tía que se suicidaron convierten su nombre, durante varias generaciones, en vehículo de depresiones. A veces es necesario, para detener esas repeticiones que crean destinos adversos, cambiarse el nombre. El nuevo nombre puede ofrecernos una nueva vida. En forma intuitiva así lo comprendieron la mayoría de los poe­tas chilenos, todos ellos llegados a la fama con seudónimos.
¿Hay ejemplos que nos permitan comprender la importancia del nombre?
Nuestro nombre nos tiene atrapados, ahí está nuestra “individualidad”
-Barrick Gold (oro en inglés es gold) se convirtió en el mayor productor de oro del mundo.-Brontis “voz de trueno” se dedica al mundo del teatro con una potente voz…-Maria, Inmaculada, Consuelo se asocian a la pureza, la virginidad, nombres que exigen perfección absoluta, que nos limitan
-Miguel Ángel, Rafael, Gabriel, los nombres de ángeles dan problemas con la encarnación
-César, poderoso y asociado a la ambición
¿Cómo sé si el nombre que he recibido me perjudica?
Estudiar los nombres del árbol genealógico es igual que acceder al inconsciente. En los nombres encontramos secretos. Es importante ver cómo funciona el nombre que nos dieron.
Algunas cuestiones:
-Lo primero es saber la persona que nos nombró. ¿Papá?, ¿mamá?, ¿abuelo?, ¿la hermana?, ¿el padrino?… El que nombra, toma poder sobre lo nombrado y no es lo mismo llamarme Micaela por mi abuela paterna, si el nombre se le ocurrió a mi padre para repetir el nudo incestuoso, o por mi madre, para ser aceptada en la familia de mi padre, dándole una hija-clon de su suegra.
-¿De pequeño/a me gustaba mi nombre o me hubiese gustado llamarme de otra manera? Los niños tienen una intuición especial y una fresca desinhibición que les permiten rechazar de pleno lo que les contamina.
-Investigar de donde viene nuestro nombre:
*Si es de algún familiar, es bueno analizar su destino y los caminos que recorrió en su vida, porque probablemente venimos a repetirlos. Llamarse René después de un hermano muerto, es cargar con él toda la vida.
*Si es de alguien significativo para quién nos nombró, nos caerá la carga de darle a éste lo que el otro no le dio.
*Si es de algún personaje histórico, novelesco, as del fútbol o princesa de Mónaco, viviremos frustrados y fracasados si no seguimos el guión.
*Si es por algo material, adquiriremos las propiedades de ese elemento. Por ejemplo, “si me llamo por la muñeca de mi hermana, me convertiré en su muñeca, ella jugará conmigo, me dominará”.
*Si me llamo por algo inmaterial, tenderé a fines abstractos ideados por nuestros padres, desatendiendo lo real e incluso, por oposición a ellos, llegaré a materializar lo contrario a lo que llevo escrito en el nombre. Llamarse Libertad, Paz, Luz, no siempre es sinónimo de ser libre, vivir en paz y tener las cosas claras.
-Los diminutivos: “Me llamo Manuel como mi abuelo, pero me dicen Manolito”, han proyectado en ti la figura de tu abuelo, pero tienes prohibido crecer y superarlo.
-Los nombres compuestos: “Me llamo José Luís, por mi padre y mi abuelo”. Pobre de ti si la relación entre ellos era farragosa. “Me llamo “María José”, como dice Jodorowsky, “¡Catástrofe sexual!”.
-Los nombres feminizados o masculinizados: Mario, Josefa, Carmelo, Paula, corresponden a deseos frustrados de que naciéramos del sexo contrario.
¿Por qué no cambiarnos de nombre cuando este va cargado por un lastre que nos inmoviliza?
Nos aterra cambiarnos de nombre ya que tememos que dejaremos de ser reconocidos por nuestro clan. Tememos no ser reconocidos, ni identificados, no ser amados es el mayor temor que tenemos. Somos seres gregarios y pensamos que podemos morir si nuestro “clan” nos abandona, lo que es una herencia de nuestro cerebro arcaico.
Metafóricamente, el nombre que nos dan los padres es como un archivo del GPS que nos va indicando caminos digitalizados y guardados en la memoria familiar. Al nacer, nos instalan el archivo y vamos deambulando por el mundo por rutas más o menos pedregosas y abruptas, pero nos sentimos como en casa, porque ya fueron trazadas por el sistema operativo del árbol. Cambiarnos de nombre es arrojar el GPS por la ventanilla del coche y empezar a ver y a recorrer nuevos caminos, conquistar territorios que no habían sido archivados por nuestro árbol. Es hacernos cargo de nuestro propio destino.
¿Cómo entonces llamar a nuestros hijos cuando nacen?
Alejandro Jodorowsky afirma que cada uno tenemos un nombre (podemos hacer aparecer a nuestro guía interior y pedirle nuestro nombre en un ejercicio de meditación o de visualización) que viene con nosotros incluso antes de ser concebidos. Es posible que durante la gestación, este nombre les llegue al mismo tiempo a ambos padres de forma telepática, si tienen suficiente capacidad de percepción. Si no es así, es el niño el que debe nombrarse más adelante. En el caso de tener que decidir como llamar al bebé, el nombre no debe haber existido en la historia de su árbol genealógico, ni haber pertenecido a personas o ideales de los que lo nombran.
¿Cómo podemos cambiarnos el nombre?
Cristóbal Jodorowsky dice que: “cambiar nuestro nombre interno nos permite continuar creciendo… Imaginemos que quiero recuperar ese nombre que me dieron, pero que está lastrado por innumerables proyecciones familiares… Supongamos que se trate de mi nombre: CRISTOBAL
-Moldearé con arcilla las letras de mi nombre, una a una…
-Las coceré una vez secadas para convertirlas en algo cerámico…
-Pintaré cada una de esas letras de forma que su mitad izquierda sea plateada y su derecha dorada…
-Con ese nombre que he creado lo introduciré en el interior de una gran bola de arcilla (como una pelota) Sobre esa inmensa pelota de arcilla pegarás las fotografías de todos los ancestros de tu familia: padres, abuelos, bisabuelos…
-Dejaremos que seque lentamente. (Durante nueve meses)
-Transcurrido ese tiempo, con un martillo dorado rompemos el “huevo”(es decir la pelota de arcilla que contiene en su interior las letras de nuestro nombre)
-Lavamos con agua bendita las letras de nuestro nombre. Las perfumaremos bien…
-Enterramos todo el material del huevo que hemos roto a martillazos y plantamos una bella flor.
-Para finalizar ese nombre debemos dejarlo en nuestro altar particular. Ese que ya nos hemos creado en algún lugar de nuestra casa.
(Nos habrá costado, pero de esa forma recuperamos el nombre…)

viernes, 27 de junio de 2008





Cristobal Jodorowsky sana a paciente tartamudo transmitiendole la fuerza paternal


ver video pulsando acá



jueves, 8 de mayo de 2008


PSICOGENEALOGÍA: CÓMO SE CONSTRUYE UNA NEUROSIS DE FRACASO


Dice Alejandro Jodorowsky que hay cinco factores posibles:


1.-Haber sido fundamentalmente malo, no haber sido el niño/a que los padres esperaban.


2.-Haber sido una carga para alguien.

Por tu culpa no he podido…Por ejemplo: “tu nacimiento impidió que pudiera ir a la universidad”


3.-Traicionar a nuestros padres amando lo que ellos detestan.

No cumpliste mi destino…”Todos somos de derechas y tú de izquierda”


4.- Irse a vivir su propia vida siendo acusado de ingrato.
Sin ti no puedo. “Con todo lo que hicimos por ti, ahora te marchas a vivir tu vida y nos dejas aquí…”


5.- Realizar aquello en que los padres han fracasado, superarlos.

PSICOGENEALGÍA Y PSICOMAGIA





La psicogenealogía es el estudio del inconsciente familiar. Es el árbol genealógico dónde se originan todos nuestros problemas y donde están todas nuestras riquezas... Trasladamos el inconsciente de nuestro árbol por generaciones y esta nos hace proyectar sobre los hijos lo que antes proyectaron en nosotros nuestros padres y a la vez sobre ellos nuestros abuelos... Así como en el árbol familiar se repiten los nombres, las profesiones, las ideas también se repiten las circunstancias emocionales y sexuales, las enfermedades, los accidentes, las muertes, los nacimientos...

Estudiando la dinámica oculta en el árbol podemos detectar la trampa, ver como actúan nuestros antepasados en el hoy, cómo están presentes en nuestros conflictos y luego sanar nuestra genealogía por medio de un ACTO PSICOMÁGICO.

El acto Psicomágico es una metáfora, un acto simbólico restaurador dirigido al inconsciente con la intención de cesar las repeticiones y liberarnos de la trampa.