martes, 4 de noviembre de 2008



EL PENE


El pene es un órgano que permite la comunicación y expresión de una parte del ego libidinal del hombre a través del orgasmo. Este órgano nos recuerda que no somos sólo intelecto, que también somos “sembradores sagrados” y que el semen no es algo sucio y pecaminoso. Una de sus funciones principales consiste en llevar el esperma a los órganos genitales internos de la mujer, a través de un tubo conductor de energía que surge de los testículos. La energía sexual es la energía necesaria para crear un hijo y también es un símbolo de la capacidad de la persona para dar forma a su vida. Como dice Alejandro Jodorowsky: si hay algún lugar donde esté presente nuestro “Dios interior”, tanto en el hombre como en la mujer, ese es el sexo.

Por representar la virilidad, el poder y la fuerza, el varón suele darle importancia al tamaño de su pene, así como a la fuerza y duración de su erección. Es frecuente que en grupos de hermanos, e incluso entre padres e hijos, existan complejos basados en esta comparación de sus órganos sexuales. Sin embargo, estos problemas suelen ser más frecuentes cuando el niño ha crecido con ideas de que es un órgano sucio que debe esconder. Son muy tóxicas las ideas de una religión mal interpretada que puede observar el sexo como origen de todo mal. Muy pronto el niño descubre el placer que le aporta este órgano. Si los padres le ordenan abandonar las prácticas de exploración y masturbación, con argumentos culpabilizantes, de alguna manera quedará asociada la sexualidad a la prohibición, y éstos futuros adultos vivirán el sexo como algo de lo que deben privarse, con las consecuencias negativas que ello le puede acarrear a la hora de vivir una relación de pareja plena.

El pene es un órgano largo que tiene por objeto llevar el esperma a los órganos genitales internos de la mujer. Su extremidad externa presenta una forma redondeada llamada glande que aparece cubierta o no por un repliegue de la piel llamado prepucio. Desde el punto de vista de su estructura, el pene está constituido por: La uretra, encargada de expeler la orina y el semen, los cuerpos cavernosos, dos órganos eréctiles formados por una trama de tejido conjuntivo y vascular que en el momento de la erección se llena de sangre, sirviendo de apoyo a la uretra en la conducción del esperma, y cuatro cubiertas que rodean dichos órganos cavernosos

La palabra “falo” se refiere al pene en erección. Las implicaciones subjetivas suscitadas por lo fálico son amplias, e incluyen la fertilidad, poder generativo, erotismo y poder.

Mucho se ha escrito y hablado sobre el comportamiento del pene, como si estuviese dotado de una “vida propia”. Hay literatura, cine, pinturas, poemas, etc, en los que aparece como protagonista este órgano del que tratamos. Incluso Leonardo da Vinci habló del pene
en su “Cuaderno de notas”.

Un pene puede tardar en desarrollarse e incluso frenar su crecimiento en la adolescencia. Esto podría estar conectado con una prohibición que se origina en el árbol genealógico que frena el desarrollo de su ego libidinal. Si un joven queda anclado en la infancia, a consecuencia de que sus padres no querían que creciera, tampoco desarrollará un órgano que no necesita. O tal vez sus testículos no bajen a su lugar.

Un consultante que le planteó a Jodorowsky su problema, recibió del maestro la siguiente respuesta: “si tienes un pene pequeño, búscate una vagina pequeña…”

El cáncer de pene, como todos los cánceres, tiene su origen en una orden de autodestrucción. En este caso, suele coincidir con cambios laborales como la jubilación, se “rompe la lanza”, se abandona el poder.

Disfunciones sexuales:
son numerosas y complejas las causas psicológicas de las disfunciones sexuales en el hombre, a las que hay que añadir el estado de satisfacción que esté viviendo en su relación de pareja. Frecuentemente, la eyaculación precoz se relaciona con personalidades obsesivas, competitivas y exigentes, pero con cierta neurosis de fracaso. Jodorowsky recomienda comprar un cronómetro, medir cuantos segundos tarda el consultante en eyacular y, por ejemplo, si son ocho segundos, que se proponga batir ese record y eyacule en 7 segundos. Como el individuo tiene la orden de fracasar o de no cumplir la orden, fracasará y se demorará mucho más allá de sus ocho segundos.
El llamado complejo de castración es una amenaza en la vida psíquica de un niño cuya madre, o padre, frena su creatividad y le prohíbe el placer. En la mujer, este complejo se vive como un defecto “de fábrica” y según el psicoanálisis, si no se resuelve de manera eficaz, ella intentará quedarse pronto en cinta, el feto simbolizará inconscientemente su pene y luego le costará parirlo.

El síndrome de “semen sucio” describe al varón al que la madre le hace creer que todos los hombres son horribles, malvados, salvajes y pervertidos. Al niño le llega al inconsciente la orden de “no crezcas, no te hagas hombre”, con lo que el cuerpo obedece y el desarrollo puberal se bloquea. Para ello, un acto psicomágico podría consistir en fabricar un par de velas con cera y esperma propio, obtenido con un intenso orgasmo, ofrecer una en una de ellas a la Virgen y la otra regalarla a la madre, diciéndole que procede de un sagrario al que ella le tenga fe; de esta manera, el inconsciente del hijo entenderá que el esperma es sagrado y está permitido producirlo con placer.
Como dice Alejandro Jodorowsky, el sexo tiene su propia sabiduría, dejémoslo hacer.

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